– ¿Te imaginas una tienda de niños?
La mamá de Vivi contestó:
– Si existiera una tienda de niños, yo volvería a comprarte a tí, Vivi. Y tu mamá te compraría a tí, Alec.
La mamá de Vivi contestó por todos los padres del mundo.¡Feliz Día, PeqGrandes Voces! No hay tales tiendas porque no hay cambios, ni devoluciones – gracias a Dios. Hay sólo «piezas únicas»: uSTeDeS.
Agustina